De siempre hemos sabido que al hacer algo que nos gusta, el tiempo corre más deprisa. De todos es conocido que la vida es más apasionada y carente de depresión post-vacacional, cuando uno hace algo que le llena. Algo que realmente te mantenga alerta, motivado, en guardia. De nuestras vidas pasaremos con seguridad, al menos un tercio de las mismas trabajando. Otro tercio lo pasaremos durmiendo y el tercio restante, en función de la época que observemos, lo pasaremos de pura juerga, o atendiendo a la prole, o escuchando música, o comiendo o visitando al médico. Según el momento en el que observemos el tercio de libre disposición. Por qué así es. La vida como las herencias se divide en tres tercios. El de libre disposición ya sabemos cual es. El tercio de la legítima estricta podríamos asimilarlo al tercio que pasaremos durmiendo sí o sí. Por que por mucho que quieras o duermes o al final te mueres. Y el de mejora, pudiera ser el tercio que pasaremos trabajando. Es un tercio que podemos elegir a fin de cuentas…más o menos.
Observo con claridad que la gente que está motivada con su y trabajo no sufre de depresiones porst-vacacionales, por lo menos no tan graves como las de otros. Asimilo más este tipo de enfermedad del alma a situaciones de «desacoplamiento laboral». El desacoplamiento laboral es un mal del hombre moderno que se sufre en tanto y cuanto el sujeto no es capaz de disfrutar con su jornada laboral. Ya sea por motivos endógenos o exógenos al individuo, (no entraremos en este complicado debate por aligerar la lectura, pues entiendo que seguramente está leyendo esto en jornada laboral). Dicho esto, te planteo la pregunta de si eres capaz o no de disfrutar e tu trabajo. Seguramente tenga mucho que ver con tu capacidad creativa o tu posibilidad de influir en le resultado final, o en la posibilidad de tomar decisiones.
Recuerdo perfectamente que cuando era joven no quería ser agente inmobiliario concretamente, y sin embargo, ahora no concibo mi vida sin este trabajo.He aprendido a quererlo y con pasión. Me fascina lo que hago y como lo hago En cualquier caso poder empezar en algo que te gusta desde pequeño, en algo en lo que has soñado siempre, en tu pasión, en tu más anhelado deseo tiene que ser también algo realmente emocionante. Me enteré hace unos días que la hija de un buen amigo va a comenzar a trabajar con caballos. Su pasión de siempre. Algo en lo que siempre ha soñado. Quizá no haya sido muy buena estudiante en las materias ordinarias de la escuela, pero estoy seguro de que esta oportunidad le abrirá por fin un mundo en que podrá desarrollarse plenamente. Es una gran chica y seguramente hará grandes cosas. Por que realmente no hay nada como trabajar en tu pasión. Y es que cuando le metes pasión al trabajo los años pasan volando, el tiempo se convierte en carrera de velocidad. Los días pasan y cuando estás de vacaciones ya estás pensando en el próximo proyecto.